El veganismo como estilo de vida y filosofía esta basado en los principios más elementales de la ética, la salud y la justicia, sin embargo, las raíces culturales y religiosas del dominio irracional que ejercen los seres humanos sobre los animales se manifiesta en una falta de interés por sus intereses y derechos, con graves consecuencias para nuestra salud y la vida del planeta.
La mayoría de los animales que se crían para satisfacer la demanda de carne, leche y huevos, provienen de explotaciones intensivas donde no se respetan sus necesidades más básicas ni sus derechos como seres vivos, sufriendo mutilaciones y malos tratos en unas condiciones deplorables de hacinamiento total para obtener de ellos el máximo rendimiento posible.
La explotación y matanza de animales para obtener productos innecesarios y perjudiciales, carecen de todo sentido ético o justificación racional y nada es tan fácil ni beneficioso para los animales, nuestra salud y el planeta como adoptar un estilo de vida vegano y romper la alianza tácita entre consumidores recalcitrantes y productores mediante un consumo ético responsable y el rechazo de los productos de origen animal.