El consumo de grasa y proteína animal sobrecarga la función renal y es perjudicial para nuestro aparato circulatorio. Una alimentación a base de carne, pescado, huevos y leche incide negativamente sobre nuestra salud, favoreciendo el desarrollo de enfermedades de origen nutricional como la arteriosclerosis, la hipertensión, el cáncer, la osteoporosis, la diabetes y las enfermedades del corazón. Mientras que una dieta basada en el consumo de fruta, vegetales, cereales y legumbres, rica en fibra y elementos nutritivos, es ideal para mantener limpio nuestro organismo y nuestras arterias, pudiendo obtener así la cantidad adecuada de grasas y proteínas sin preocuparnos por el colesterol, que sólo se encuentra en los productos de origen animal. La leche de vaca contiene la proporción ideal de grasa y proteínas para los terneros, sin embargo, no es un alimento adecuado para el ser humano.